El ayuno consiste en no comer.
- ¿Nada?
- Nada.
-¿Durante cuánto tiempo?
- El que haga falta.
Maticemos: he tildado al ayuno como una especie de hacking corporal. En realidad, es más bien una forma de hackear el curso habitual de los acontecimientos. Dicho de otra forma: un cuerpo de sangre caliente paga un alto precio por su metabolismo aeróbico. Ese precio es la gran cantidad de residuos y oxidantes intra y extracelulares que va acumulando en el tiempo. Y eso, a pesar de que todos los sistemas de elimininación estén funcionando correctamente. Por tal motivo, existe un impulso natural a no comer cuando tales residuos empiezan a afectar de manera notoria el funcionamiento normal de los sistemas. Esto es bastante claro en la mayoría de los animales de sangre caliente, excepto en el ser humano cuyos instintos están más o menos alterados.
Sin paños calientes: ¿estás chungo/a? No comas.
¿Hasta cuando? Hasta que dejes de estar chungo/a.
En culturas humanas cuya forma de vida no está fuertemente influenciada por las revoluciones industriales esto puede venir determinado por los ciclos naturales de abundancia y escasez de alimentos. La mayoría de los aconteceres culturales que llamamos religiones suelen incorporar períodos de ayuno disfrazados de ritual. Pero, en todo caso, la cuestión es simple: de vez en cuando al cuerpo le toca un descanso. Esto previene cuestiones como la obesidad y el subsecuente síndrome metabólico asociado directamente a los más graves problemas de salud en las sociedades que llamamos "desarrolladas" como, por ejemplo, afecciones cardiovasculares, cáncer y diabetes.
¿Es el ayuno un método para adelgazar?
No. Aunque ayunando pueden perderse 400 o 500 gramos diarios no es la mejor forma de perder peso. Salvo que, tras un ayuno, se corrijan los hábitos alimentarios que han conducido a la obesidad. De hecho, el peso perdido durante un ayuno se recupera fácilmente cuando se vuelve a comer.
¿Y, entonces, el ayuno sirve para...?
El ayuno sirve para permitir al cuerpo desembarazarse de toxinas y residuos metabólicos que terminarían interfiriendo gravemente en el buen funcionamiento de las células y los sistemas orgánicos.
¿Puede ayunar todo el mundo?
Cualquier persona adulta puede beneficiarse de un ayuno. Eso sí, cada persona lo vivirá de una manera diferente. En todo caso, cuanto peor te sientas físicamente probablemente más beneficiosa resultará esta práctica. Pero no es mi pretensión generalizar. Siempre debe prevalecer el consejo de un médico. En caso de duda, siempre hay que consultar.
¿Entonces, cuánto debe durar un ayuno?
Ya lo he dicho, hasta que el cuerpo se encuentre bien y le apetezca volver a comer.
Joder, pero a mi me entra hambre cuando han pasado apenas unas horas sin comer...
Entonces seguiré matizando: se vuelve a comer cuando apetece tras haber superado la etapa inicial del ayuno. Te explico...
ETAPAS DE UN AYUNO
- Etapa inicial (3-4 días): los hábitos fisiológicos y culturales incitan a comer. Sí, son 3 o 4 días en los que parece que todo va mal: puede doler la cabeza y las articulaciones, se siente debilidad, la boca se vuelve pastosa y el aliento huele a alcantarilla. Baja algo la temperatura corporal, puede que el ritmo cardíaco se acelere, la mente se vuelve algo nebulosa y, en general, el ánimo decae.
¿Vale la pena pasar por todo lo anterior? Eso ya depende de cada cual. En primer lugar también está por ahí, de fondo, la satisfacción de haber tomado una decisión bien informada. Claro que esa decisión empieza a diluirse con la mayor agudeza de los sentidos que, ahora, captan cada sonido lejano de comida cocinándose, cada olor y hasta cada recuerdo de suculentas viandas. Es gracioso cómo la comida se convierte en la razón de toda la existencia. Todo eso es normal así que esta primera etapa es una confrontación entre la voluntad y la fuerza de los hábitos. Posiblemente muchas personas no la superarán. Es por eso que, a pesar de su extrema sencillez, el ayuno no es la más popular de las terapias.
Naturalmente hay una serie de trucos que pueden ayudar. El primero de ellos es ocupar la enorme cantidad de tiempo del que disponemos cuando no tenemos que preocuparnos de comer. Así que, iniciar un ayuno no tiene porqué consistir en acostarse en posición fetal aguantando todas las "tentaciones". Se pueden hacer muchas cosas que teníamos pendientes. O mantener cierta actividad física. De cualquier forma es recomendable iniciar un ayuno en un momento en el que no tengamos obligaciones. Aunque no necesariamente tiene que ser así.
Hay que tener en cuenta que la presión arterial puede caer algo. Por tanto, es absolutamente necesario que no tengamos que hacer cosas que entrañen peligro o riesgo estos primeros días. Que tengamos la libertad de sentarnos, acostarnos, pasear o lo que sea que nos apetezca.
Lo fundamental es no comer. Pero sí, obviamente, beber todo el líquido (preferiblemente agua) que queramos y necesitemos. No recomiendo zumos de frutas u otras bebidas que contengan azúcares ya que, consumiéndolas, no estaríamos propiamente ayunando. Lo único que haríamos es prolongar indefinidamente esta etapa inicial.
Mantener una buena limpieza bucal (y de la lengua). Se puede beber alguna infusión (sin azúcar). Si se consigue que los residuos intestinales se eliminen con mayor celeridad antes nos encontraremos mejor.
- Etapa energetizante: de repente, la etapa inicial termina y el cuerpo se encuentra bien. Y cuando digo bien, quiero decir bien. Tras esos primeros días el cuerpo empieza a fabricar glucosa a partir de la grasa corporal. Y esto hace que, de una forma que parece milagrosa, empecemos a sentirnos llenos de energía. En esta etapa, aunque puede persistir cierta extrañeza cultural ("Oh, mararavilla, no estoy comiendo") la mente se va volviendo más clara y aguda, el cuerpo se muestra capaz de cualquier actividad, toda sensación de malestar desaparece.
Quien llega a esta etapa siente que ha descubierto algo importante y sus ideas acerca del ayuno cambian radicalmente. De hecho, tras experimentar ese resurgir de la energía, el bienestar y el optimismo, cualquier persona sentirá de forma natural la necesidad de practicar un ayuno con cierta periodicidad (una o dos veces al año o, al menos, cuando nota que su cuerpo no está del todo bien). Ha descubierto un tesoro de salud y la más ancestral, sencilla y efectiva práctica terapéutica.
- Etapa de retorno: curiosamente, la etapa energetizante da la sensación de que puede prolongarse casi indefinidamente. No he tenido problemas en pasar sin comer durante 30 días. Pero, ciertamente, llega un momento en que "podría" empezar a comer de nuevo. No es una sensación acuciante y nerviosa como la de los primeros días. Es algo más simple y natural: una suave y tranquila decisión de volver a comer. Y, vivida la experiencia, es el mejor momento para replantearse el esquema de alimentación y proponerse comer mejor. Dicho de otra forma: comer para vivir bien y no para tratar de poner parches a los vacíos de la existencia.
CONSEJOS ADICIONALES
- Es interesante, como he dicho, conseguir que en la etapa inicial las vías de eliminación descarguen todo lo posible. Beber suficiente agua blanda (cuanto menos sales minerales disueltas contenga, mejor) y procurar que el intestino elimine los residuos acumulados.
- El ayuno no es incompatible con la ingesta de algún buen complejo vitaminíco. En realidad, se trata de no aportar nutrientes energéticos pero no están de más los antioxidantes y otros cofactores metabólicos. De hecho, contribuirán a facilitar la "limpieza" intra y extracelular.
- Realiza desde el primer día algún tipo de ejercicio. Especialmente recomendable es cualquier sistema de estiramientos. También descansa lo que necesites. No fuerces nada.
Probablemente actualice este artículo con algún dato práctico más que se me ocurra mientras practico un nuevo ayuno.
UN AYUNO EN DIRECTO
Como acabo de decir, al tiempo de escribir este pequeño artículo estoy iniciando un ayuno. Voy a ir publicando también algunas cuestiones relevantes en este diario de un ayuno.
Senin, 10 Februari 2014
Salud
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