Para la socióloga Sherry Turkle, los llamados medios “sociales” constituyen una forma más en que los individuos permanecen solos mientras se mantienen conectados a muchas personas.
¿Es una paradoja, verdad?
¿Es una paradoja, verdad?
Un muchacho de dieciseis años, que siempre está conectado a internet, me comentó: “Algún día, quisiera aprender cómo tener una conversación de verdad.”
Cuando tienes “3,000” amigos en Facebook, es obvio que no puedes tener una conversación. Simplemente te conectas para contar cosas acerca de ti mismo. Las conversaciones electrónicas son concisas, rápidas y a veces directas. Las conversaciones humanas, de cara a cara, son de una naturaleza diferente: se desarrollan más lentamente, tienen matices y nos enseñan la empatía y la paciencia. En estas conversaciones podemos ver las cosas desde otro punto de vista y esta es una condición necesaria para la empatía y la compasión.
Muchas personas hoy en día, hablan con máquinas que simulan estar preocupadas por ellos. Varios institutos de investigación han concebido una serie de robots sociales con la intención de servir como acompañantes de personas de la tercera edad y niños autistas.
Pero, el robot acompañante terapéutico más conocido, es una foca bebe desarrollada por la División de Ingenieria en Sistemas de Inteligencia en Tokio. Está orientada a las personas de la tercera edad, en especial aquellas con Alzheimer.
Estas personas suelen estar solas en un hospital o en un hogar para ancianos y este compañero, que responde al tacto a través de movimientos, pequeños lloros y sonrisas, les ofrece los más parecido a una compañía de verdad.
¿Podría ser que el individualismo que se está viviendo nos lleve a relaciones humanas más pobres y a tal soledad, que uno sólo pueda encontrar compasión y amor en un robot? ¿Estamos desarrollando nuestra existencia dentro de la burbuja de nuestro ego?
Hace un par de años, una mujer de Taiwan se casó … "con ella misma". Se puso un vestido blanco de novia e hizo una gran ceremonia para recordar y hacer la promesa de amarse a ella misma.
¿Queremos ir hacia una vida individual y solitaria?
¿Queremos continuar solos o juntos?
¿Por qué cada vez esperamos más de la tecnología y menos del ser humano?
S. Turkle.
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