La práctica de la meditación, aporta muchos beneficios psicológicos.
Los indicios de los efectos que provoca en quienes meditan, podrían ir más allá de la distensión muscular y relajación al generar una alteración en la expresión de nuestros genes.
Para obtener una conclusión, un equipo analizó los efectos de un día de meditación consciente en un grupo de personas que practican a diario en comparación con otro grupo, que realizaba otro tipo de actividades.
Las observaciones mostraron una serie de alteraciones moleculares en el primer grupo tras la meditación, en concreto, de los genes implicados en los procesos inflamatorios y que son los encargados de recuperarnos rápidamente y devolvernos a la serenidad, ante una situación estresante.
Los autores aseguran que la práctica de la meditación desencadena alteraciones epigenéticas en nuestro genoma.
De hecho, los cambios más interesantes, se observaron en los genes que actualmente son objetivo de varios laboratorios que fabrican fármacos anti-inflamatorios y analgésicos.
Estudios clínicos han corroborado que la meditación, es capaz de moldear las áreas de materia gris cerebral relacionadas con la memoria, la empatía y el estrés y promueven un importante beneficio a nivel de la salud en general.
Laura Martínez.
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