Para todos aquellos que en algún momento se quejaron de la excesiva presión que se ejercía sobre Samsung con el tema del uso de las carcasas de metal, la verdad es que ahora queda demostrado que no había nada personal en contra de la coreana, sino un interés en que los acabados de los teléfonos de alta gama, sean realmente acordes al precio que el usuario final paga por ellos. De hecho, la demostración está en que ahora que se ha filtrado que el LG G4 podría llegar sin el esperado metal, las cosas no se están poniendo bien para el fabricante.
En Androidsis ya te habíamos comentado que es probable que el LG G4 no venga con una carcasa de metal. Al igual que se hizo con el LG G3, se optaría por un plástico con un acabado que sí tuviese similitud con el metal, pero que no lo fuese. La edición de metal quedaría en este caso limitada al que será el terminal que pretende enseñarle las garras al Samsung Galaxy Note y a la gama iPhone Plus. Me refiero al novedoso concepto del LG G4 Note que en principio será un phablet en toda regla. Pero ¿de verdad tiene sentido que el acabado premium se quede solo ahí con el precio al que se supone se venderán en el mercado estos terminales?
¿Tan importante es el metal?
Viendo todo lo que se criticó a Samsung, y las no pocas críticas que recibieron desde Apple para cuando se les ocurrió volver atrás con el iPhone 5c, creo que para la mayor parte de los usuarios el metal es una cualidad a la que no están dispuestos a renunciar. Es bastante simple. Si pago una cifra que siempre supera los 500 euros por un teléfono, no solo quiero que tenga altas prestaciones por dentro, sino que también quiero que por fuera, se vea tan bien como lo que costó. Parece lógico, pero si todos queremos que los terminales más caros del mercado, los considerados bandera sean de metal ¿por qué se niegan las compañías a hacernos caso?
¿Por qué no apostar por el metal?
En realidad no es que las compañías quieran enfrentarse a sus clientes sin más. Ni tampoco un capricho que se les ha metido entre ceja y ceja. Utilizar metal en sus carcasas supone lidiar con dos problemas fundamentales. Por un lado, la falta de cobertura de las antenas tradicionales al tener interferencias con el material. Por otro lado, al sobrecalentamiento al que se puede exponer a los procesadores y que ha ocasionado bastantes rompederos de cabeza a marcas como Sony.
Lo cierto es que el metal da problemas. Al menos, tal y como están acostumbrados los fabricantes a construir actualmente sus dispositivos. Pero ya se ha demostrado en otras ocasiones, como por ejemplo en el caso de las consolas de Nintendo, que los usuarios, sobre todo los que están dispuestos a pagar lo que se le pide por tener el smartphone más alto de gama, no le piden a sus marcas que les cuenten sus teorías sobre por qué apostar por el plástico. Lo que piden son soluciones. Y en el caso del LG, parece que será el único que se quede dentro de los grandes con el plástico como material. Veremos si no hay cambios de opinión a última hora, y cómo se lo toma la audiencia. Eso sí, yo lo tengo claro ¡El metal manda!
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