2014-1T.L3 El Discipulado y la oracion


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Lección 3: Para el 18 de enero de 2014
                                                                                                                                                                                                                                          
 
                                          EL DISCIPULADO Y LA ORACION
Texto clave: Juan 17:20, 21
               
I. ¡MOTIVA!:         Actividades iníciales.

Pregunta para dialogar: ¿Por qué las oraciones privadas por otros siempre deben estar acompañadas de esfuerzos concretos para formar una amistad con esas mismas personas?
               
Ilustración: Pide a cada miembro de la clase que describa sus memorias más tempranas con la oración.

Resumen: Examinaremos en la lección ¡Qué cambios poderosos pueden ocurrir si la oración ferviente y constante está en el centro de nuestra metodo­logía al procurar hacer y retener discípulos!

II. ¡EXPLORA!:   

1.     COMPASIÓN COMPROBADA CON EL TIEMPO

A)    La oración a veces puede solo ser un medio para alcanzar nuestras propias metas, pedir solo por uno mismo.
B)    La oración verdadera debe incluir a personas que necesitan de Cristo, orar por ellos significa interceder para que Dios también pueda transformarlos.
C)    La verdadera oración estará exenta de egoísmo, Daniel es un ejemplo de ello, en su oración en el Cap. 9: 2 – 19, se refleja la preocupación que el tenia por su pueblo, a su edad, no obtendría ningún beneficio, con el retorno de Israel el mismo no retornaría ya, pero oro pidiendo que su pueblo retornara, y se hizo uno con su pueblo cuando manifiesta “HEMOS PECADO”.
D)    El discipulado tiene que ver entonces con la oración, expresar el sentir del discípulo y orar por el.

2.     TIEMPO PARA ORAR

A)    Veamos las características que rodearon la oración de Jesús: Mateo 14:22, 23, Mateo 26:36, Marcos 1:35 al 37, Lucas 5:15 y 16 y Lucas 6:12 y 13.

B)    Cristo estaba en constante oración, su vida fue una vida de oración, el ejemplo que nos dejo es que siempre debemos orar, veamos que dice E. G. White:

“Orar es el acto de abrir nuestro corazón a Dios como a un amigo. No es que se necesite esto para que Dios sepa lo que somos, sino a fin de capaci­tarnos para recibirlo. La oración no baja a Dios hasta nosotros, antes bien nos eleva a él” (CC 92).

3.     ENSEÑANZA SIN LÍMITE DE TIEMPO

Lee Mateo 7:7 al 11; y 18:19 y 20. ¿Qué nos enseñan estos textos acerca de la oración?

A)    Dios siempre estará dispuesto a proporcionarnos aquello que le pedimos, siempre y cuando nos convenga y sea lo mejor para nosotros.
B)    En nuestra oración del mismo modo debemos pedir cosas convenientes, y confiar en que Jesús nos escucha y responde lo que le pedimos, si oramos sin fe nuestra oración no será eficaz.

4.     COMPASIÓN SIN LÍMITE DE TIEMPO


A)    Antes de ser sacrificado, en los momentos en los cuales pasaba por un momento de angustia, oro pidiendo por sus discípulos, oro por ellos porque mas allá de sus propias preocupaciones e inquietudes amaba a sus discípulos, ese es el ejemplo que debemos nosotros seguir, amar a nuestros hermanos, así los refleja los textos en Juan 17:6 al 26.

5.     COMPASIÓN DUPLICADA

A)    Que lugar ocupo la oración en la iglesia primitiva, veamos los siguientes textos: Hechos 1:13 y 14,  1 Timoteo 2:1 al 4, Santiago 5:13 al 16, 1 Juan 5:16, Judas 20 al 22 y 1 Pedro 4:7

B)    La iglesia primitiva,  como se menciona en los versículos anteriores oraba, aquello ayudo a su crecimiento.

III. ¡APLICA!:

¿Cómo sabes que estás orando “bien”?


IV. ¡CREA!:

Con la clase: Reparte trozos de papel. Pide a cada miembro de la clase que evalúe su vida de oración en una escala de 1 a 10 (siendo 10 es la nota más elevada) y que la anoten en el papel sin mostrarla a nadie. Que cada uno doble el papel y lo ponga en una bolsita. Mezcla los papeles. Luego sácalos uno por uno, leyendo el número, sin hacer comentarios. Después de que hayas leído todos los números, termina la clase con una oración pidiendo que cada persona experimente a Dios de una manera nueva como resultado de su vida individual de oración.

V. RESUMEN

Hay poder en la oración. No es que le decimos a Dios qué hacer y él lo hace. Es que, mediante la oración, pensamos sus pensamientos y vivimos en armonía con ellos.




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