Gamonal. Imagen de Skake Fanzine |
Por primera vez la ciudadanía de un barrio se planta frente a un gobierno municipal con mayoría absoluta, obtiene una repercusión internacional y lo doblega.
No voy a extenderme sobre ello ya que otros ya han escrito sobre ello y es sencillo encontrar esta historia en Internet. Eso sí, con numerosos matices e interpretaciones. Lo que sí no voy a ocultar es que España es un país con una larga historia de corrupción política fuertemente arraigada.
Cierto que hay otros países que parecen más corruptos. Pero España es uno de los pocos en los que habiendo corrupción política en grado sumo todavía hay gente que no la percibe. Así que no insistiré. En mi opinión el largo período de dictadura franquista fue una corrupción en sí misma, desde su inicio. Luego, un régimen elitista y amiguista en el que bastaba estar en el lado "bueno" para que las cosas fueran más o menos bien; y, desde luego, pertenecer a la élite de los bien situados en el nacionalcatolicismo para que la vida fluyese placenteramente. Cuando murió Franco, la herencia, la tradición y la inercia simplemente jugaron su papel, en un clima de apariencia democrática.
Entiendo, por otra parte, la condición humana. En general somos propensos a corrompernos independientemente del color político. Pillar un puesto político remunerado es demasiado tentador. Y, teniendo poder de hacer, se suele hacer con un ojo en la propia casa.
Pero vamos al grano. Gamonal no hubiera sido posible sin una serie de condiciones.
1) La indignación y el hastío, producto de una de las más grandes estafas del capital, llamada crisis, que en España ha supuesto una enorme regresión del estado de bienestar y los derechos más elementales conquistados por la clase trabajadora a costa de muchos años y no menos sacrificios.
2) Las redes sociales. Está claro que sin Internet la repercusión del "levantamiento" del barrio de Gamonal prácticamente hubiera pasado desapercibida. Las redes sociales representan las fisuras de un conglomerado mediático fuertemente politizado y al servicio de los intereses del gobierno. Hay excepciones, afortunadamente, como veremos enseguida pero la percepción es que las radios, la televisión y la prensa escrita no informan con la suficiente veracidad y celeridad. A través de las redes sociales los sucesos se propagan a una velocidad impensable hace unos pocos años atrás. Las redes sociales están democratizando la información de una forma que es dolosa para los poderes que siempre han tratado de controlarla.
Hay matices. Es cierto que en las redes sociales también creamos fronteras. Uno lee lo que quiere leer. Seguimos a personas afines en circuitos más o menos cerrados. Pero inevitablemente la información fluye. Se echan ojeadas a lo que dicen otros, se nos cuelan todo tipo de cosas... unas verdaderas, otras falsas. Todo depende de las fuentes que vayas seleccionando.
En todo caso, las redes sociales son una de las piezas fundamentales de la naciente Revolución Ciudadana.
3) Los medios tradicionales de información. O sea, la prensa, radio y televisión. El cuarto poder, tras las grandes corporaciones, mercados financieros y gobiernos (no pocas veces al servicio de los otros dos). Cierto es que el poder de los medios de información tradicionales mengua ante el embate arrollador de las redes sociales, pero aún tienen su peso. Y como gigantes condenados a la extinción (o a alguna suerte de metamorfosis) se han lanzado febrilmente a servir a sus amos y éstos a servirse de ellos.
Asistimos a un momento en que algunos de estos medios han pasado a vivir exclusivamente en Internet. Y esto conlleva algunas ventajas interesantes ya que la drástica reducción en los costes de producción también puede facilitar su independencia del poder económico y político.
En el asunto de Gamonal los medios actualmente no afectos al poder político, han jugado también, no nos engañemos, un papel crucial. Posiblemente tanto como el levantamiento vecinal y su increible eco a lo largo de toda la geografía ibérica en un llamado "efecto Gamonal". Tras declarar el alcalde de Burgos que las obras que el barrio rechazaba sin ninguna duda proseguirían; Ignacio Escolar publica en eldiario.es la exclusiva de cómo se adjudico la obra del bulevar de Gamonal. Un auténtico escándalo que, de todas formas, se sabe o se intuye, es un procedimiento irregular más en la maraña de obras, algunas absurdas, que se adjudican a lo largo de todo el país.
La gente está harta de la falta de independencia de los medios de comunicación. Por eso cada vez más se vuelca en los que se han puesto como norma conservar su independencia. Entre ellos, vale la pena citar:
- ElDiario.es
- Infolibre
- La Marea
- Diagonal
- Periodismo Humano (reportajes)
Sin duda habría que citar algunos otros, pero valgan esos cinco como ejemplo de un modelo periodístico siempre en la cuerda floja: el de medios mantenidos por sus propios trabajadores y los lectores comos socios. Precisan apoyo económico pero para no estar sometidos al dictado de los grandes poderes se entregan al que debiera ser el más grande, sino el único éticamente aceptable: el poder de la gente. Y esto es algo que cada vez se está entendiendo mejor. Cuando un gran medio en Internet pretende volverse un medio de pago (suscripción) la gente se lo toma con bastante desconfianza. Sin embargo, estos cinco citados, se están ganando el respeto de la gente ofreciendo suscripciones que aporten algún valor añadido al lector sin cercenar el acceso a la información a todos los que no quieran o puedan colaborar.
Podría alegarse que estos medios se presentan como independientes porque el partido gobernante es de derechas mientras que ellos se mantienen en la izquierda. Que, tal vez, si el gobierno fuese de izquierdas no serían tan proclives a la crítica y acabarían vendidos al poder.
No es posible saberlo a priori aunque, dependiendo de la gente que se suscribe y los apoya, la confianza se basa en esa garantía. Esto, desde luego, es un juego algo más democrático que el de no poder criticar a quienes pagan las grandes campañas publicitarias; o sea, el gobierno, las eléctricas, los bancos.
En resumen:
Gamonal abrió definitivamente un camino. Para no perderlo de vista y lograr una sociedad más justa y democrática debemos comprender bien estos factores:
- Encauzar siempre la indignación y el hastío hacia el activismo, cada uno según sus posibilidades, recordando que el poder es de la gente, que el gobierno debe trabajar para la gente, que los bienes públicos son de la gente y que ningún representante de la gente puede arrogarse el derecho de tomar decisiones importantes al margen de la gente.
- Profundizar en el uso y conocimiento de las herramientas y redes sociales que nos proporciona Internet. No debemos conformarnos con recibir pasivamente la información sino que debemos activamente buscarla, criticarla, contrastarla y comprenderla para tener un criterio bien formado. La televisión se ha hecho sinónimo de "caja tonta", del recibir pasivamente. Y hemos visto hasta la saciedad lo fácil que es manipular la opinión pública a través de ella. ¡Arrebatémosle el poder sin piedad ni compasión alguna!
- Apoyar a los medios de información cuyo código ético propugne la independencia y ofrezcan una información contrastada y de calidad. Son necesarios. Hoy, tal vez, más que nunca. Mientras mantengan su independencia de las grandes corporaciones y del gobierno de turno estarán al servicio de nosotros, la gente. Y cuando no obren en consecuencia, nosotros, la gente, también sabremos retirarles la confianza y nuestro apoyo.
Pero hay una cosa clara: solo hay un gobierno legítimo y es el de la gente para la gente. Dibujadlo como querais; pero estando inmersos en plena Revolución Ciudadana, todo lo que vaya a ocurrir depende de lo que hagamos nosotros, la gente.
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